Esta noche cuando
estabas dentro de mí he sentido que algo cambiaba. De tí siempre me ha gustado
tu cara de bueno, tu amabilidad, y el sabor dulce de tu preciosa polla. Me enamoré
de tí y de ella el mismo día, cuando te
la saque del pantalón en el autobús
volviendo de una noche de esas raras en las que las drogas se suben a la
cabeza. Desde ese instante no pensaba en nada más que en besarte mientras
sentía tu glande caliente en mi mano, mientras te cogía el pulso a través de la
vena hinchada del tronco de tu polla,
allí semi escondidos en los asientos de atrás del N4 y
lo apretaba despacio para hacerme la idea de sus dimensiones una vez que
estuviese dentro de mí, igual que lo estaba tu lengua recorriéndome la boca y
los labios como si lamieses miel de cada poro. Sabes, te quería dentro de mí ,
te quería en mi boca y en mi coño y así te lo dije al oído entre lengüetazos ,
y después recostaba mi cabeza en tu hombro y te susurraba que te amaba, y tu
sonreías, hinchado de orgullo y complacido, sin saber que yo me refería más a tu carne que
a tu alma.
Me hiciste el
amor con dulzura entrando de mí como si estuvieses hecho de seda, y entraste
durante muchas noches como un enamorado suave, dulce, cariñoso , y no lo digo
por ser cursi, lo digo porque que en un momento, en un día, hoy, has
dejado de hacerme el amor y aquello se ha
convertido en otra cosa. Antes de ponerle una etiqueta han venido las sensaciones, me siento…follada, fornicada.
Has acelerado el ritmo, has empujado fuerte,
y sobre todo tu mirada ha desaparecido de mi rostro y tras ella se ha ido tu
ser, convirtiéndome así en un mero
cuerpo siendo usado a tu voluntad. Ahora
me siento triste y confusa, como si no hubieses estado allí pero al mismo
tiempo mi coño chorrea de manera obscena una mezcla de semen y jugos, y mis
piernas aun tiemblan, y mi estómago solo
piensa en limpiarte la polla con mi boca y extraerte las ultimas gotas de semen
para bebérmelas, en jugar con esa semi erección sin que me apartes de ahí, dejándome disfrutar
de mi postre y del sabor dulce de tu rabo y algo en el fondo de mi corazón me susurra
muy bajito“ dile que quieres más, que
quieres ser más, que quieres ser…”, pero esa voz es aún demasiado nueva para mí,
como si hablase un idioma que yo apenas balbucea.
Y al girarme
desnuda para ponerme sobre ti y abrazarte, para sentirte cerca, para frotarme
contra ti, para que pongas las manos así grandes en mi culo y me lo agarres
mientras yo me engancho a tu cuello y te muerdo la lengua a ver si consigo
cabrearte un poco y que el cabreo se transforme en instinto salvaje, y decidas
penetrarme sin contemplaciones, abrirme de piernas sin miramientos y darme por
el culo de una vez por todas, y que me hagas gritar, porque quiero que me
quieras y me hagas gritar a la vez, que me oigan al ser follada y amada, porque
quiero más de esa dulzura transmutada en brusquedad… Y asi, en ese torbellino
mental y sensitivo, alzo los ojos un
segundo casi por instinto, veo la puerta de la habitación entre abierta, el
pasillo en penumbra y al fondo, envuelta
en la oscuridad, dos piernas
larguiruchas, abiertas, blanquecinas que
son el iceberg de una silueta sentada y dos ojos vigilantes….
Continuara...
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